Informe de acción humanitaria 2007 – Página principal

ETIOPÍA

Respuesta de emergencia de UNICEF ante las inundaciones en el sur de Etiopía

Elam Kadu fue despertada brutalmente por el sonido del agua que fluía rápidamente rompiendo su cabaña de madera y paja, y arrastrando animales y artículos del hogar. En la absoluta oscuridad de la noche, agarró a su hijo y a duras penas alcanzó un terreno más alto. En cuestión de minutos su casa, sus pertenencias personales y sus reservas de grano fueron arrasadas. Sólo quedaban los animales más grandes y su esposo.

El poderoso río Omo, crecido por una insólita e intensa estación de lluvias, se desbordó en mitad de la noche el 17 de agosto, sumiendo bajo las aguas a docenas de aldeas de los distritos de Desanech y Gnagatom en la zona de Omo Sur, en el sur de Etiopía. Como consecuencia, 364 personas perdieron sus vidas, más de 3.200 cabezas de ganado fueron arrastradas, los campos de grano se inundaron y se destruyeron 760 depósitos tradicionales de grano.

Las inundaciones dejaron sin recursos a más de 15.000 miembros del grupo étnico Desanech  y su sustento, pendiente de una balanza y directamente unido al bienestar de su ganado y a los pequeños terrenos de grano que cultivaban en las orillas.

“El agua subió durante la noche y cubrió todo,” cuenta Elam, que llegó a Awga, uno de los cinco campamentos para los desplazados por las inundaciones cerca del pueblo de Omorate, en el distrito de Desanech. Elam había sido rescatada por equipos del ejército etiope, enviados para ayudar a los aldeanos en apuros. “Perdimos algunos de nuestros animales pequeños y nuestra casa quedó arrasada. Cuando el sol salió el agua estaba por todas partes y la tierra no podía verse.”

Elam caminó 25 km. con su bebé, Yergilem, desde el lugar en donde les dejaron las barcas del ejército para llegar a Awga. Tuvieron suerte de no perder a ningún miembro de la familia. Sin embargo, el marido de Elam se quedó, insistiendo en que tenía que cuidar del ganado que había sobrevivido.

Las inundaciones, consecuencia de una estación de lluvias sin precedentes, han afectado a más de 200.000 personas, de las que 90.000 son niños. Si las lluvias continúan, tal y como indican los partes meteorológicos, se espera que estas cifras aumenten hasta llegar a las 500.000 personas afectadas, de las que 235.000 serán niños.

Los niños pequeños son los más vulnerables al impacto repentino de una riada. El número de muertes asciende actualmente a 635. Las cifras pueden ser mayores en las áreas remotas. Además los niños están siendo víctimas de una serie de enfermedades mortales que se transmiten a través del agua, incluyendo la malaria y la diarrea acuosa aguda. También se enfrentan al sarampión, catarros y neumonía.

A las 48 horas de las inundaciones en Omo Sur, UNICEF estuvo entre los primeros que apoyaron al Gobierno y a otros colaboradores, a proporcionar ayuda de emergencia para las comunidades afectadas por las inundaciones que vivían en una de las áreas más remotas e inaccesibles de la tierra (lleva dos días conducir hasta Omorate, la ciudad más cercana a la comunidad Desanech afectada por las inundaciones, desde la capital regional, Awassa). Desde que las primeras inundaciones alcanzaron la ciudad del este de Etiopía de Dire Dawa, la ayuda de UNICEF ha llegado a 42.000 personas con kits familiares de emergencia (toldos de plástico, mantas, bidones, jabón y materiales de cocina); a 80.000 personas con un suministro de tabletas purificadoras de agua para un mes; y a 40.000 personas con kits y recipientes de emergencia para el agua. Entre los materiales distribuidos también se incluyen un gran número de tiendas de campaña, sales de rehidratación oral, galletas con alto valor energético, así como suministros y equipamiento para el personal sanitario que trata la diarrea acuosa aguda. UNICEF ha desembolsado hasta el momento más de 2 millones de dólares estadounidenses. Actualmente cuenta con personal técnico y de emergencia desplazado en las cinco principales zonas afectadas.

Los campamentos como el de Awga, creados para los desplazados por las inundaciones, son un entorno extraño para los pastores Desanech. Numerosas familias han instalado sus alojamientos temporales muy cercanos unos de otros haciéndoles vulnerables ante brotes de enfermedades transmisibles. Las débiles condiciones físicas de la gente, debidas a la pérdida de su sustento, junto con los traumas psicológicos al vivir las inundaciones y el consiguiente desplazamiento, hacen que aumente su vulnerabilidad ante las enfermedades. La falta de instalaciones sanitarias agrava la situación, exponiendo a los residentes del campamento a enfermedades diarreicas que, en el caso especial de los niños, pueden ser mortales.

Inmediatamente se establecieron sistemas de purificación del agua en los campamentos de Omo Sur, para asegurar el suministro de agua potable y de ese modo ayudar a prevenir los brotes de enfermedades diarreicas. También se han distribuido mosquiteras tratadas con insecticida, ya que la malaria es una de las principales enfermedades mortales en Etiopía y es endémica en la zona de Omo Sur.

Los oficiales de programa de UNICEF también han ayudado al gobierno a poner en marcha puestos sanitarios en los campamentos. Las madres y los niños son sometidos a una revisión para ver si están desnutridos, y en ese caso proporcionarles raciones de alimentos suplementarios. Los niños son vacunados contra el sarampión, enfermedad que puede propagarse rápidamente en un campamento abarrotado y que puede ser mortal para los niños desnutridos. Se administran suplementos de vitamina A para reforzar el sistema inmunitario de los niños. También reciben tabletas para la eliminación de parásitos, todo con el propósito de asegurar su supervivencia durante lo que puede ser un momento traumático y de mucha tensión.

“Las autoridades nos han dado comida y materiales para refugiarnos”, cuenta Elam. “Me gustaría dar las gracias porque sin esto no podríamos sobrevivir. Las aguas todavía rodean mi casa y no he tenido noticias de mi esposo. Si los animales sobreviven podremos volver a casa y empezar de nuevo, si no es así no sé que haremos.”

© UNICEF Ethiopia/2006

Madres y niños del campamento para desplazados por las inundaciones en el sur de la Zona Omo, al sur de Etiopía, están siendo examinados ante algunos signos de desnutrición.