En todo el mundo, solo 15 países cuentan con las tres políticas nacionales esenciales para ayudar a familias con niños pequeños - UNICEF

Unos 85 millones de niños menores de cinco años viven en 32 países que no ofrecen a las familias dos años de educación preescolar gratuita, permisos de lactancia retribuidos para las madres durante los seis primeros meses ni licencias parentales adecuadas

21 Septiembre 2017

UNICEF/UN044581/Kim

NUEVA YORK, 21 de septiembre 2017 – Según declaraciones de UNICEF en su nuevo informe publicado hoy, solo 15 países de todo el mundo cuentan con tres políticas nacionales básicas que ayudan a garantizar el tiempo y los recursos que los padres necesitan para contribuir al desarrollo sano del cerebro de sus hijos pequeños. Y lo que es peor: hay 32 países (donde vive uno de cada ocho niños menores de cinco años de todo el mundo) que no tienen ninguna de esas políticas.

Según el informe La primera infancia importa para cada niño, contar con dos años de educación preescolar gratuita, permisos de lactancia retribuidos durante los primeros seis meses de vida de un niño, seis meses de licencia de maternidad retribuida y cuatro semanas de licencia de paternidad retribuida constituyen una base fundamental para el óptimo desarrollo de la primera infancia. Esas políticas ayudan a los padres a proteger mejor a sus hijos y proporcionarles una nutrición, así como juegos y experiencias de aprendizaje temprano de calidad en los primeros –y cruciales- cinco años de vida, cuando el cerebro crece a una velocidad que no se vuelve a repetir.

El informe señala que Cuba, Francia, Portugal, Rusia y Suecia son algunos de los países que garantizan las tres políticas. Sin embargo, 85 millones de niños menores de cinco años están creciendo en 32 países que no contemplan ninguna de ellas. Resulta sorprendente que un 40% de esos niños vivan en solo dos países: Bangladesh y los Estados Unidos.

“¿Qué es lo más importante que tiene un niño? Su cerebro. Sin embargo, no nos preocupamos por el cerebro de los niños del mismo modo que lo hacemos por sus cuerpos; especialmente en la primera infancia, cuando, como demuestra la ciencia, los cerebros y los futuros de los niños se configuran rápidamente”, declaró Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF. “Tenemos que esforzarnos más para brindar a los padres y los cuidadores de los niños la ayuda que necesitan durante este periodo crítico del desarrollo cerebral”.

Por otro lado, el informe pone de manifiesto que millones de niños menores de cinco años pasan ese período tan determinante en entornos inseguros y poco estimulantes:

  • Alrededor de 75 millones de niños menores de cinco años viven en zonas afectadas por conflictos, lo que aumenta el riesgo de que padezcan estrés tóxico, que puede inhibir las conexiones neuronales durante la primera infancia
  • En todo el mundo, la nutrición precaria, los entornos insalubres y las enfermedades han ocasionado retrasos en el crecimiento en 155 millones de niños menores de cinco años, impidiendo que sus cuerpos y sus cerebros desarrollen todo su potencial
  • Una cuarta parte de todos los niños de entre dos y cuatro años de 64 países no participan en actividades esenciales para el desarrollo cerebral, tales como jugar, leer o cantar
  • Alrededor de 300 millones de niños de todo el mundo viven en zonas donde el aire es tóxico, algo que, tal y como demuestran nuevas investigaciones, puede dañar los cerebros en desarrollo de los niños.

El informe advierte de que la incapacidad de proteger a los niños más desfavorecidos y proporcionarles oportunidades para el desarrollo temprano socava el crecimiento potencial de las sociedades y las economías, y cita un estudio que reveló que los niños de familias pobres que habían jugado y recibido educación en los primeros años de vida ganaban, de media, un 25% más al llegar a ser a adultos que los que no habían tenido esas experiencias.

“Si no invertimos ahora en los niños y las familias más vulnerables, seguiremos perpetuando ciclos intergeneracionales de desventajas y desigualdad. Vida tras vida, oportunidad perdida tras oportunidad perdida, estamos aumentando la brecha existente entre los que tienen y los que no, al tiempo que debilitamos nuestra fortaleza y estabilidad a largo plazo”, afirmó Lake.

De media, los gobiernos de todo el mundo gastan menos del 2% de sus presupuestos educativos en programas para la primera infancia. A pesar de ello, el informe subraya que invertir hoy en los primeros años de vida de un niño reporta ganancias económicas significativas para el futuro. Cada dólar que se invierte en programas de apoyo a la lactancia produce un rendimiento de 35 dólares; y cada dólar invertido en los cuidados del niño en la primera infancia y en la educación para los más desfavorecidos puede generar beneficios de hasta 17 dólares.

El informe insta a los gobiernos y al sector privado a contribuir al desarrollo de la primera infancia respaldando políticas nacionales básicas, como, por ejemplo:

  • Invertir en servicios para el desarrollo de la primera infancia en hogares, escuelas, comunidades y clínicas de la salud y ampliar los ya existentes, dando prioridad a los niños más vulnerables
  • Establecer como prioridad nacional la creación de políticas que favorezcan a las familias, como dos años de educación preescolar gratuita, licencias paternales retribuidas y permisos de lactancia retribuidos
  • Conceder a los padres trabajadores el tiempo y los recursos necesarios para contribuir al desarrollo cerebral de sus hijos pequeños
  • Recopilar y desglosar datos sobre el desarrollo del niño en la primera infancia y controlar el progreso para llegar a las familias y los niños más desfavorecidos

“Las políticas que contribuyen al desarrollo del niño en la primera infancia constituyen una inversión fundamental para los cerebros de los niños, para los ciudadanos y los trabajadores del mañana y, literalmente, para el futuro del mundo entero”, afirmó Lake.

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Nota a los editores:

Las variables de este análisis fueron facilitadas a UNICEF por el Centro de análisis de políticas WORLD (WORLD Policy Analysis Center) de la Universidad de California, Los Angeles. Las cifras sobre población proceden de PNUD 2017. Las variables incluyen: dos años de educación preescolar gratuita; permisos de lactancia retribuidos para las madres durante los seis primeros meses; seis meses de licencia de maternidad retribuida y cuatro semanas de licencia de paternidad retribuida.

Los países que cuentan con las tres políticas son: Belarús, Bulgaria, Cuba, Federación de Rusia, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Luxemburgo, Portugal, Rumania, San Marino, Suecia, Turkmenistán y Ucrania.

Los países que no contemplan ninguna de las tres políticas son: Argelia, Australia, Bangladesh, Barbados, Belice, Bután, Bosnia y Herzegovina, Brunéi, Dominica, los Estados Federados de Micronesia, los Estados Unidos de América, Gambia, Granada, Kenia, Liberia, Malawi, Malasia, Myanmar, Namibia, Omán, la República Popular Democrática de Corea, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, Sierra Leona, Singapur, Sudáfrica, Suazilandia, Tonga, Trinidad y Tobago, Uganda, Yemen y Zambia.

El informe se publicará durante un evento de alto nivel que se celebrará con la ayuda de la Fundación H&M, aliado de UNICEF, entre las 11:00 y las 12:30 horas en el centro Every Woman, Every Child, Jardín norte, Naciones Unidas, Nueva York, durante la 72ª Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Para obtener más información, sírvase contactar:

Georgina Thompson, UNICEF Nueva York, celular: + 1 917 238 1559, gthompson@unicef.org

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