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A child holds a cup in the Galgalato camp for people displaced by a new round of fighting in Mogadishu, the capital of Somalia.
Por Mohamed Olad Hassan
MOGADISHU, Somalia, 9 de julio de 2009 - Mientras las tropas gubernamentales y las fuerzas rebeldes continúan combatiendo en las calles de esta capital, muchas familias se ven obligadas a huir de sus hogares a sitios más seguros. Desde principios de mayo, cuando se desencadenó el nuevo ciclo de intensos combates, la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 200.000 habitantes de Mogadishu.
Los desplazados se encuentran en diversos puntos en la periferia de la ciudad, en muchos casos en situación desesperada.
Asentamientos precarios
Cientos de personas han perdido la vida y muchas más han sufrido lesiones y heridas debido a los intensos combates. Las familias se ven obligadas a escapar llevando consigo poco más que las esteras sobre las que duermen y la ropa que tienen puesta.
Women wait for humanitarian supplies near the Bakara market in Mogadishu.
En su mayoría, los desplazados se han instalado en asentamientos precarios bajo los árboles en las afueras de la ciudad y a lo largo del “corredor de Afgoye”, que se extiende a unos 30 kilómetros al oeste de Mogadishu.
Sahra Ahmed Dahir, una mujer de 24 años con seis hijos a su cargo, vive con ellos a la sombra de un árbol. “Vivo con mis hijos en este enclenque refugio que construí con ramas y trozos de láminas de plástico que recogí por allí”, explica.
“Mis hijos y yo sufrimos mucho debido a que hemos sido desplazados”, comenta Sihino Ali, una mujer de 45 años. “No tenemos techo ni comida, y mis hijos no pueden ir a la escuela ni reciben atención de la salud”.
UNICEF y sus aliados responden
Ante la grave crisis de los desplazados, y como parte del esfuerzo coordinado más amplio que llevan a cabo los organismos de ayuda para dar respuesta a la actual situación de emergencia en Mogadishu, UNICEF se ha aliado con el Consejo Danés para los Refugiados y con la ONG local Juventud somalí en pro de la paz y el desarrollo.
Displaced Somali women wait to receive distribution cards.
Las tres organizaciones aliadas distribuyen suministros de emergencia a más de 6.000 familias integradas por unas 47.000 personas desplazadas que se encuentran en Mogadishu y alrededores. Entre los suministros no alimentarios que entregan figuran las láminas de plástico, las mantas, los bidones, el jabón y los mosquiteros.
En el campamento del distrito de Daynile, unas 3.000 familias recibieron esos artículos de primera necesidad durante el mes de junio.
No podemos quedarnos de brazos cruzados
La situación en que viven los desplazados es desesperante, ya que carecen de saneamiento adecuado y de muchos elementos imprescindibles para la supervivencia, como alimentos y agua. Los combates más recientes se han registrado en la parte septentrional de la ciudad, que hasta ahora había sido una de las zonas más pacíficas de Mogadishu. La extrema falta de seguridad que impera en toda la capital limita en gran medida la prestación de ayuda.
“Hacemos todo lo posible por distribuir láminas de plástico y otros artículos no perecederos a las familias desplazadas que se han instalado en los alrededores de Mogadishu”, afirma Abdi Nur, director de Juventud somalí en pro de la paz y el desarrollo. “Dada la situación actual, es poco lo que podemos hacer. Sin embargo tratamos por todos los medios de llenar el vacío que existe en materia de ayuda y servicios sociales”.
“Aún teniendo en cuenta las terribles circunstancias que se viven, no podemos no dar respuesta”, comenta Maulid Warfa, Oficial de Emergencia de la Oficina de UNICEF en Somalia.
El funcionario agrega que, además de distribuir suministros en Mogadishu, “UNICEF continúa colaborando con sus aliados para prestar ayuda a las personas desplazadas que se encuentran en el corredor de Afgoye, a las que se brinda servicios de prevención y tratamiento de la desnutrición infantil aguda. También se suministra agua potable a unas 200.000 personas, entre ellas las que han sido desplazadas recientemente”.
Los trabajadores de socorro en peligro
“Aún antes de que se intensificara la violencia, los trabajadores de socorro somalíes corrían grave peligro al prestar asistencia a las personas necesitadas”, explica Maja Denic Munk, que dirige los programas del Consejo Danés para los Refugiados en Somalia meridional y central. “Sin embargo, e independientemente de los riesgos, debemos seguir prestando servicios a quienes necesitan nuestra ayuda”.
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Vídeo (en inglés)
2 de julio de 2009: La corresponsal de UNICEF, Natacha Ikoli, informa sobre la crisis humanitaria que sufren los pobladores desplazados por los combates en la capital de Somalia, Mogadishu. VÍDEO alta | baja