har_header_sp_2008

ÁFRICA ORIENTAL Y MERIDIONAL SOMALIA: REPORTAJE

Un regalo de vida – apoyando a las familias desplazadas

© UNICEF Somalia/Minihane

UNICEF apoya grupos de trabajo de la comunidad que rehabilitan y mantienen pozos de agua potable en campos para personas desplazadas cerca de Baidoa, en el sur de Somalia. Estos grupos también construyen letrinas y promueven buenos hábitos de higiene.

Fátima y su hijo, de cuatro años, huyeron de los enfrentamientos en Mogadishu a principios de este año para salvar sus vidas. No se podían imaginar que el hijo de Fátima casi moriría de cólera en un campamento para desplazados internos, que ahora llaman hogar, en el corazón de Somalia.

“Cuando llegamos a este campamento para personas desplazadas, mi hijo cayó enfermo y perdió el conocimiento,” recuerda Fátima. “Afortunadamente, un médico del hospital más cercano le salvó la vida, pero había muchísima gente enferma en este campamento que no mejoraba. Era más duro en el caso de los bebés, pues se ponían enfermos con tanta rapidez que no había nada que pudiéramos hacer. A veces, la gente dormía en sus propias heces porque se encontraba demasiado débil para moverse,” agrega Fátima.

Con el fin de abordar este problema y evitar futuros brotes de cólera, UNICEF, en asociación con un comité de agua local, ayudó a limpiar el pozo contaminado, a sellarlo y a instalar una bomba manual para prevenir la contaminación del agua. El equipo de UNICEF también trabajó con las autoridades locales para poner en marcha un sistema de seguimiento, con vistas a evaluar la salud de las familias desplazadas en el campamento y remitir los casos de cólera al hospital más cercano.

“Trabajamos en diversos campamentos de desplazados internos para animar a las comunidades locales a hacerse cargo de los trabajos de construcción, reparación y mantenimiento de sus instalaciones de agua y saneamiento,” explica Douglas Abuuru, Oficial de Programas de UNICEF en la región.

Este enfoque parece funcionar. Los residentes locales de este campamento de desplazados internos de Baidoa mantienen y tratan con cloro el pozo regularmente. Incluso han organizado una clase informal sobre higiene y han construido ocho letrinas, para que tanto hombres como mujeres puedan tener intimidad.

“Antes de que se construyeran las letrinas teníamos que ir detrás del arbusto,” confiesa Mariana, de ocho años de edad. “Siempre olía mal y estaba muy sucio. No me gustaba que los niños me vieran ir al baño, me daba vergüenza. Pero ahora ya no ven nada.”
 
En el marco de las visitas mensuales de un equipo itinerante de atención de la salud, apoyado por UNICEF, se ha observado un descenso en la incidencia de enfermedades de origen hídrico en el campamento.

“A principios de este año comprendimos la importancia que reviste lavarse las manos con jabón antes de comer, y también aprendimos que la basura tirada por los suelos en el campamento podía constituir un foco de enfermedades,” explica Mohammed, otro joven residente del campamento. “Así que pusimos en marcha un programa de recogida de basura que redujo el número de bolsas de plástico y otros residuos en nuestro campamento en cerca de un 80 por ciento. UNICEF nos ayudó dándonos carretillas y otros instrumentos para recoger la basura. Designamos un centro de recogida donde se deposita a diario toda la basura y se quema una vez por semana.”

“Esperamos que personas como Fátima y Mohammed puedan, algún día, regresar a sus hogares,” afirma Abuuru. “Pero, hasta entonces, tienen derecho a agua potable, saneamiento adecuado y atención básica de la salud. Y el hecho de ser capaces de tomar medidas y ejecutar algunos de estos programas por su cuenta, también mejora su capacidad para afrontar todas las dificultades que atraviesan.”

* Le total comprend un taux de recouvrement maximal de 7%. Le taux réel de recouvrement pour les contributions sera calculé conformément à la décision 2006/7 du Conseil d’administration du 9 juin 2006.