En Yemen, el conflicto y la pobreza agravan la malnutrición infantil

El sistema de salud de Yemen se ha desmoronado a causa del conflicto actual del país, dejando a los niños expuestos a la inseguridad alimentaria y a las enfermedades

Por Rajat Madhok y Eman Al Sharafi
UNICEF Yemen/2017
30 Enero 2017

SANÁ, Yemen, 30 de enero de 2017 – Abdulmalik da vueltas tumbado en una cama de hospital. No ha dormido ni comido bien. De hecho, desde que nació hace cinco meses, el pequeño Abdulmalik no ha conocido nada más que la incomodidad y el dolor.

Cuando su familia lo trajo al hospital hace tres meses, Abdulmalik pesaba poco más de 2 kg. Ahora ha mejorado: ya pesa 3,2 kg, pero sigue lejos de alcanzar su peso ideal, que está en seis.

Abdulmalik recibe tratamiento en Al Sabayeen, un hospital infantil que cuenta con la ayuda de UNICEF y está ubicado en Saná, la capital de Yemen. Su tía lo trajo a este hospital cuando dejó de responder a los estímulos visuales y auditivos. Los médicos creen que, además de la malnutrición aguda grave, el niño podría haber desarrollado otras complicaciones.
  

Una crisis de malnutrición

La historia de Abdulmalik es común en todo el país. Convertida en la nación más pobre de Oriente Medio, Yemen ha sido testigo del colapso de su sistema de salud debido al conflicto existente. Casi la mitad de la población yemení está expuesta a la inseguridad alimentaria, y muchos han abandonado sus hogares y se encuentran en zonas en las que no hay instalaciones de salud en funcionamiento.

Cerca de 2,2 millones de niños yemeníes padecen malnutrición aguda, y se estima que otros 462.000 sufren malnutrición aguda grave: unas cifras que superan en casi tres veces a las de 2014. Si no reciben tratamiento a tiempo, esos niños tienen 11 veces más probabilidades de morir que los niños sanos. Incluso si sobreviven, están en peligro de no poder desarrollar todo su potencial, lo que supondría una grave amenaza para una generación entera de un país que, además, seguiría atrapado en un círculo vicioso de pobreza y subdesarrollo.

“He viajado por todo el país y, allá donde voy, veo niños que deberían estar fuertes y sanos y por el contrario sufren malnutrición aguda”, sostiene la doctora Meritxell Relaño, Representante de UNICEF en Yemen, en una de sus visitas al hospital Al Sabayeen. “Seguiremos trabajando en pie de guerra, controlando a los niños para detectar malnutrición y tratar a los que estén gravemente malnutridos. Aun así, la magnitud del problema nos sobrepasa. Necesitamos más medicinas, más médicos y más instalaciones funcionales para la salud. Pero lo que necesitamos con más urgencia es que se detenga esta guerra para poder salvar la vida de niños como Abdulmalik”.

UNICEF Yemen/2017

La madre de Abdo lo tiene en brazos en el hospital Al Sabayeen. A Abdo le diagnosticaron malnutrición y deshidratación, pero su familia no podía pagar los gastos de los traslados al hospital y se vieron obligados a dejar el tratamiento.

Durante los últimos años, UNICEF y sus aliados han invertido en numerosos programas para abordar la malnutrición distribuyendo paquetes con intervenciones específicas en materia de nutrición. Durante el proyecto para la gestión comunitaria de la malnutrición aguda, se identificaron 10 provincias prioritarias categorizadas como “situación de emergencia” a las que se dirigieron la mayor parte de los recursos. El programa se ha ampliado drásticamente desde la escalada del conflicto hace casi dos años. En 2016, UNICEF prestó su ayuda para tratar a 215.000 niños que padecían malnutrición aguda grave en todo Yemen. Esa ayuda vital comprendió medicinas y equipos médicos, suministros nutricionales y asistencia para los niños heridos.
  

Ciclo de pobreza

De nuevo en la habitación del hospital Al Sabayeen, los médicos tienen la esperanza de que Abdulmalik se recupere si continúa en observación y se somete al tratamiento completo. Sin embargo, quedarse en el hospital suele resultar difícil para las familias que viajan desde provincias lejanas y no pueden permitirse abandonar sus hogares o trabajos durante mucho tiempo.

Es el caso de Abdo, de dos años, y sus padres. Hace aproximadamente un mes, el cuerpo de Abdo se hinchó de repente y estaba tan débil que no podía ni levantar la cabeza. Sus padres lo llevaron al hospital Al Sabayeen, donde los médicos le diagnosticaron malnutrición y deshidratación. Tras ser hospitalizado, comenzó a mejorar poco a poco y logró recuperarse en un 50%. Pero la familia de Abdo vive en situación de pobreza. Cuando el conflicto llegó al lugar donde viven, en el distrito de Haradh, acabó con prácticamente todo lo que tenían y se vieron obligados a huir. Aunque ahora viven en Saná, no podían permitirse los gastos de traslado al hospital y decidieron llevarse a Abdo de nuevo a casa.

Los médicos de Al Sabayeen se encuentran a menudo con esta situación: padres que se llevan a sus hijos del hospital antes de que se hayan recuperado por completo y que después deben regresar cuando el niño sufre una recaída. Se trata de un círculo vicioso de necesidades humanitarias crecientes y agravadas por el conflicto, la escasez de instalaciones médicas y una pobreza que aumenta sin cesar.

 

En la actualidad, en Yemen hay 2,2 millones de niños que padecen malnutrición aguda y necesitan atención urgente. De ellos, 462.000 padecen malnutrición aguda grave y podrían morir si no reciben la asistencia que necesitan.

En 2016, UNICEF prestó su ayuda para el tratamiento de 215.000 niños que padecían malnutrición aguda grave en todo Yemen y distribuyó suplementos vitamínicos a más de cuatro millones de niños menores de cinco años con el fin de estimular su inmunidad. Además, UNICEF contribuyó a la vacunación contra la poliomielitis de más de 4,8 millones de niños.

En 2017, UNICEF necesita 236,6 millones de dólares para su respuesta de emergencia en Yemen, de los que 83,5 son necesarios para ofrecer servicios de nutrición para madres y niños. Puede obtener más información en: Acción Humanitaria para la Infancia 2017 de UNICEF >