Comunidades conforman red contra la violencia
Varias escuelas de las ciudades de Limpio y Capiatá participaron de jornadas de sensibilización sobre la violencia.
Durante el mes de noviembre del presente año, varias escuelas de las ciudades de Limpio y Capiatá participaron de jornadas de sensibilización sobre la violencia. Obras de teatro, murales creativos y charlas sirvieron para que niños, niñas y adolescentes, junto con padres, madres y docentes, pudieran reflexionar sobre la situación de la comunidad en el marco del proyecto “Fortalecimiento del Sistema de Protección a nivel local para la prevención de situaciones de violencia hacia la niñez y la adolescencia y para la promoción de derechos”, implementado por UNICEF en alianza con la Secretaría de Acción Social (SAS) de la Presidencia de la República.
“Hoy recordamos un tema muy importante, vinieron a actuar, nos enseñaron mucho y tenemos carteles hechos por nosotros mismos”, comentó Carol (11 años), de la escuela básica N° 603 John F. Kennedy de Capiatá. Más adelante demostró tener conciencia del problema: “acá en Paraguay hay mucha violencia, especialmente de los padres que violan a sus hijas, las maltratan, pegan y les tratan muy diferente; tenemos que aprender a parar esto para que no se expanda acá en Paraguay y en el mundo”.
Por su parte, Aníbal (10) expresó: “Fue un proyecto muy bueno porque básicamente nos dio la oportunidad de demostrar lo que pensamos”. Luego agregó que aprendió lo que significa la empatía hacia los demás y las consecuencias de la violencia: “No hagas a la gente lo que no querés que te hagan porque la violencia es uno de los componentes principales del bullying. Se pega y se maltrata (…). Todos tenemos que ser felices”, finalizó.
“La violencia es mala porque lastima a las personas”
Milner (9) y Fiorella (9) compartieron el mismo sentimiento, ya que a estos niños del cuarto grado no les gusta la violencia bajo ningún punto de vista. “La violencia es muy mala y si alguien está recibiendo violencia, yo voy a ir a ayudarle para que el otro pare, le voy a decir que se vaya y puedo ir a llamar a un profesor o decirle a un padre que le separe”, señaló Milner, y Fiorella añadió: “La violencia es mala porque lastima a las personas, hace que se sienten mal, que se sientan tristes y no quieran venir a la escuela. Además, se pueden enfermar de tristeza”.
Lucas (11) fue el último en dar su parecer e hizo un llamado a la acción. “Hay que parar la violencia, hay que pararla entre todos, en todas partes. Hay que parar la violencia en los barrios y en las casas porque los niños son más vulnerables”.
Bien en claro el camino a seguir
Miriam Jara es directora de la escuela John F. Kennedy de Capiatá y sostuvo que antes del proyecto conocía y actuaba ante casos de violencia; sin embargo, no entendía la ruta de la violencia y cómo hacer más efectivo el protocolo de intervención para que no existan huecos que permitan la impunidad de los responsables en los casos identificados.
“Desde el año 2015 veníamos trabajando, pero ahora con la capacitación tenemos bien en claro el camino a seguir. Es sumamente importante el rol de la escuela. Estamos trabajando con una comunidad vulnerable en cuanto a la violencia familiar, el abuso y el maltrato, por ello abordamos a los padres de familia y articulamos esfuerzos con la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente (Codeni). Es un trabajo en conjunto”, explicó.
Luego se refirió al papel que cumple la escuela ante los casos de violencia. “La institución educativa es el lugar donde los niños vienen, cuentan la situación familiar crítica o triste que están viviendo. Entonces procuramos ayudar a través de las charlas y consejos. Intentamos traer a personas especializadas que nos ayuden a contrarrestar esta situación tan difícil para nuestros niños”, indicó.
Elizabeth Piris, directora de la Codeni de Capiatá, manifestó que entre las distintas instituciones participantes del proyecto elaboraron un mapa de servicios de atención a la niñez y la adolescencia y de zonas con mayor riesgo. Es útil para poder ejercer un mejor rol desde el gobierno local. “El mapa nos dio un panorama sumamente importante para conocer cuáles son los estamentos e inclusive las personas con las que podemos contar para llevar adelante varias acciones que apunten hacia nuestro objetivo principal, que es luchar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes en la comunidad”, finalizó.
Promoción del buen trato en la familia
El programa de protección social del Estado denominado Tekoporá, implementado por la Secretaría de Acción Social de la Presidencia de la República, es una de las estrategias gubernamentales de combate a la pobreza y cuenta con un fuerte componente comunitario de acompañamiento y trabajo social con las familias.
Carolina Sanabria, directora del programa, resaltó que es muy importante insistir en el fomento y la promoción del buen trato en la familia, en la escuela y en la sociedad. Ella ve de forma auspiciosa el proyecto porque tiene un componente muy fuerte de participación. “Se realizan reuniones en la escuela con docentes y luego se interviene con los niños a través de obras teatrales y actividades que permiten su libre expresión, de modo a que puedan comunicar situaciones de agresión que les afectan. Partiendo de este conocimiento es posible trabajar de forma más específica con sus familias”, comentó.
Laura Martínez, guía familiar de Tekoporá, indicó que el proyecto le ayuda a reforzar su trabajo en la comunidad porque a partir de la confianza y autoestima generada en las madres participantes les está siendo más sencillo identificar casos de violencia que con anterioridad permanecían ocultos, así como orientar y acompañar a las mujeres para la atención de estas situaciones que las afectan a ellas y a sus hijos.