Protección contra la violencia
La violencia y el maltrato contra los niños, las niñas y los adolescentes es inaceptable. Todos debemos aportar para detenerla poniéndole un alto a los abusos y maltratos

Desafíos
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir la protección necesaria para desarrollar una vida plena. No obstante, en Panamá, las diferentes manifestaciones de la violencia les alcanzan en sus principales entornos: familiar, comunitario y escolar.
En el seno familiar, los casos se empiezan a registrar pronto, durante la primera infancia, con un 70% de casos que se dividen entre abandonos, descuidos o negligencia, además de que el 44,5% de los niños y niñas reciben métodos de disciplina violenta en sus hogares.
Si observamos las estadísticas de agresiones sexuales, el 64% de las personas que han denunciado haber sido víctimas de violencia sexual, son menores de 18 años, y la gran mayoría (91%) son mujeres.
En las escuelas, en tanto, la violencia aparece como agresiones y ciberacoso, afectando el acceso y la permanencia en el sistema de educación. Se estima que los niños suelen enfrentarse a tasas más altas de agresión física, mientras que las niñas reciben mayor acoso psicológico, ciberacoso y violencia sexual. Panamá (875), Colón (240) y Chiriquí (232) fueron las provincias con mayor número de casos en 2018.
Está por determinarse si los efectos del aislamiento y distanciamiento ocasionados por la pandemia de COVID-19, repercutirán en la violencia contra la niñez, particularmente su impacto en las redes de apoyo, el acceso a los servicios de protección y la violencia en línea.
Toda esta problemática es exacerbada por las brechas en los sistemas de información. Los mecanismos existentes de reporte y denuncias de violencia no son lo suficientemente accesibles, conocidos ni conectados. Y la oferta de servicios de atención, remisión y apoyo de las víctimas de violencia no cuenta con suficiente calidad ni eficacia, ni tampoco articulación, estructura ni cobertura para llegar a la población que requiere atención.
Y en el caso de los adolescentes, muchas de las situaciones que llegan a la violencia tienen desenlaces fatales. Por ello, el homicidio es la primera causa de fallecimiento en jóvenes en el país.
Soluciones
Los esfuerzos de UNICEF para robustecer la protección de la niñez y adolescencia en Panamá, seguirán las pautas de estrategias multisectoriales que apuntarán a conseguir tres resultados priorizados: que los niños, niñas, adolescentes, sus familias, escuelas, comunidades y las instituciones cuenten con mayores capacidades para prevenir la violencia; que las víctimas de violencia reciban servicios institucionales de mejor calidad en su atención y apoyo para evitar su revictimización; y que los niños, niñas y adolescentes migrantes y afectados por emergencias cuenten con respuestas institucionales y comunitarias que los protejan de forma efectiva.
UNICEF contribuirá a fortalecer la capacidad de las instituciones responsables, generando evidencias para orientar las decisiones e implementar mecanismos multisectoriales de respuesta; trabajará con otros organismos de las Naciones Unidas en prevención la violencia sexual, y se implementarán estrategias de comunicación y de desarrollo de las capacidades institucionales para que todos conozcan y puedan acceder a mecanismos efectivos de denuncia de casos, incluyendo opciones en línea.
Implementar estrategias en territorios priorizados, con el objetivo de que las familias, escuelas y comunidades sean incluidas en los mecanismos de apoyo para la recuperación física, mental y el bienestar de los niños víctimas de violencia; la reincorporación positiva ante la sociedad de los adolescentes en conflicto con la ley y pruebas piloto de los servicios de protección, son otras medidas que forman parte de la labor que se desarrollará.