Personal de la salud que está en primera línea luchando contra la #COVID-19
Desde los inicios de la pandemia de la #COVID-19 en Nicaragua, UNICEF, con fondos de la cooperación internacional, asistió con equipos de protección a personal de salud que ha estado en primera línea frente al coronavirus.
Managua. Cuando a Marlon Calero, un enfermero de 21 años, le orientaron en junio de 2020 que sería trasladado al “Área de Respiratorio” del Hospital Amistad Japón, en Granada, sintió temor porque estaría en la primera línea junto a médicos y personal de limpieza para atender a pacientes con problemas respiratorios y con síntomas de COVID-19. Marlon venció sus miedos y con los equipos que recibió para protegerse del virus se sintió más seguro para atender a los pacientes que llegan a esa sala hospitalaria.
“Ha sido una labor bien emocionante todo lo que hemos pasado aquí con todos nuestros pacientes. Hemos estado apoyando con lo de los medicamentos, tratamientos, hasta apoyo psicológico hemos tenido con ellos porque es bien duro que estén ellos aquí sin ver a sus familiares”,
María Torres Acosta tiene 2 hijos: el primero de 12 años y el segundo de 10. Ella piensa en ellos cada vez que va para su trabajo, el cual consiste en hacer la limpieza en el área de “Área de Respiratorio” y usa los mismos equipos de protección que su compañero Marlon en el Hospital Amistad Japón.
María recuerda que además de sentirse protegida por los equipos de protección donados por UNICEF, ha seguido las orientaciones para protegerse de la COVID-19 como lavarse las manos frecuentemente, usar alcohol gel y mascarilla.
“Cuando nos dijeron que teníamos que venir a esta área (de Respiratorio) yo sentí un poquito de miedo, lo primero que hacía era pedirle al Señor que nos guardara y nos protegiera de esta enfermedad, después, conforme va pasando los días me iba acostumbrando y aparte de hacer mis quehaceres ayudaba con los pacientes a pasarles agua. Uno se va relacionando con ellos y da tristeza de ver los pacientes así en esa situación”.
La doctora Yelba Logo, directora del Hospital Amistad Japón Nicaragua, recuerda que los 480 trabajadores de esta unidad de salud recibieron capacitaciones para tomar medidas de bioseguridad, lo que implicaba el uso adecuado de los equipos de protección.
“Preparamos a todo el personal sobre cómo usar los medios de protección, cómo ponérselos, cómo quitárselos para evitar contaminación. Luego preparamos todo el flujo de la atención de los pacientes y nos organizamos y nos dispusimos a atender a nuestros pacientes. Quiero hacer énfasis en que desde el inicio hasta la fecha nunca hemos tenido el problema de no tener equipos de protección”.
Por su parte, la doctora Adela Pérez Chamorro, de 27 años, está en primera línea en el Hospital Amistad Japón Nicaragua atendiendo a pacientes con dificultades respiratorios, incluyendo a los que se contagian con la COVID-19. Ella cuenta que es gratificante ayudar a sus pacientes a recuperarse para que regresen con sus familias, sin embargo, su mayor temor era contaminar a su familia si se contagiaba.
En el hospital Humberto Alvarado de Masaya, ubicada a unos 27 kilómetros al sur de Managua, el primer caso de COVID-19 se registró el 20 de abril de 2020, según cuenta el doctor Leonel Jiménez, director de esa unidad de salud, quien recuerda que, aunque estaban preparados para atender a los pacientes con problemas respiratorios cuando sucedió, el personal de salud tenía miedo a esa nueva enfermedad que avanzaba rápidamente por el mundo.
“Siempre hemos tenido los medios de protección, siempre los hemos usado, desde médicos, laboratoristas, fisiatras, de rehabilitación, médicos, auxiliares de enfermería, enfermeras, compañeros de limpieza que estuvieron aquí (Área de Respiratorio) y asumieron esta tarea con mucha responsabilidad de usar los medios de protección”,
Juan Antonio Hernández trabaja con conserje en el “Área de Respiratorio” del hospital Humberto Alvarado. Comenta que cuando le orientaron usar todos los equipos de protección al principio fue molesto e incómodo para él y sus compañeros de trabajo, sin embargo, comprendió que era necesario para que cada personal que estaba en primera línea, luchando contra la COVID-19, no se contagiara y tampoco llevara el virus a las familias.
La licenciada Leyda García Reyes, subgerente de enfermería del hospital Humberto Alvarado, también ha asistido a las personas que adquirieron la COVID-19. Ella rescata de su experiencia como enfermera es que se trabajó en equipo todo el personal que atendió en primera línea a ese virus. Esto permitió hacer sinergia en los esfuerzos para atender a los pacientes y transmitirles mayor confianza en la atención hospitalaria.
UNICEF en conjunto con UNFPA, OIM y OPS/OMS han entregado suministros y equipos médicos al Ministerio de Salud para atender la pandemia de COVID-19. La donación incluye equipos médicos fundamentales para la atención de las personas afectadas por la COVID-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y salas de respiratorios de los hospitales nacionales.
En 2020, UNICEF entregó suministros de higiene para prevenir la COVID-19 en Centros de Desarrollo Infantil (CDI), Centros de Protección Especial, Centros preventivos y hogares sustitutos, escuelas. Este apoyo financiero para los suministros fue gracias a la Alianza Mundial para la Educación (AME).
Son un total de 454 unidades de circuito cerrado de succión, 7 unidades de ventiladores universales, 3 unidades de succionador general y 12 unidades de monitores de signos vitales, bombas de infusión peristáltica, nebulizador de dos salidas y equipos de máscaras de ventilación no invasiva. Así mismo, a través de Global Links se han entregado camas para salas de UCI y camillas hospitalarias, igualmente destinadas para la atención de pacientes afectados por este padecimiento.
UNICEF a la fecha donó materiales, equipos e insumo médicos para la respuesta a la pandemia de la COVID-19 para beneficiar a 3,172,910 personas. Asimismo, otras agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas en Nicaragua están apoyando a la asistencia humanitaria tanto por la COVID-19 como la emergencia de los huracanes Eta e Iota.