"Podíamos oír el viento debajo de la cama", el recuerdo del paso de Fiona por República Dominicana
El paso del huracán Fiona dejó serias afectaciones en República Dominicana.
- Disponible en:
- Español
- English
Eran las 3 de la mañana cuando Vickiana, sus tres hijos y su nieto debieron refugiarse debajo de la cama para protegerse de las fuertes ráfagas de viento. Hoy, Vickiana observa las huellas de la tormenta en el lugar donde estaba su casa, ahora destruída.
La población más vulnerable del este de la República Dominicana ha sido la más afectada por la furia de los vientos y lluvias que desató el huracán Fiona, que en horas de la noche del domingo 18 de septiembre ya había sido declarado de categoría 2, y que aproximadamente a las 4 de la madrugada del lunes 19 entró a territorio dominicano, con vientos máximos sostenidos de 155 km/h (100 m/h).
El huracán, que golpeó la isla del Caribe obligó a 43 mil personas a dejar sus hogares, dos personas fallecidas y 28 comunidades incomunicadas, además de afectar el suministro de agua y energía eléctrica.
Más de 1.7 millones de personas, entre ellos 660 mil niños y niñas, están en riesgo luego del paso del huracán Fiona en República Dominicana, según estimaciones de UNICEF.
A una semana de la catástrofe natural, Vickiana sigue lavando y secando la ropa y enseres en el mismo lugar donde antes estaba su casa, ubicada a orillas del río Yuma, en la que vivía con sus tres hijos, un nieto y su esposo.
“Se mojaron todos mis colchones, los he tenido que dejar aquí, a la intemperie, porque no tengo donde ponerlos. Algunas cosas las pude salvar, pero otras se dañaron, y no tenemos economía para volver a construir nuestra casa”, cuenta Vickiana.
Con apenas algunas paredes en pie, resulta difícil distinguir el lugar que ocupaban las habitaciones de su hija Luisania, de 20 años, sus hijos Edgar y Keruin, de 17 y 11 años, y su nieto Brainiel, de 1 año. Además de los vientos, la familia vio crecer el río por primera vez. Ahora, luego de que el cauce recuperó su extensión habitual, se pueden hallar, enredados entre hojas de palma y escombros, algunos de los objetos que fueron arrastrados por el agua.
Tras el paso del huracán, la familia debió alojarse en casa de la madre de Vickiana, donde además se encuentran otros familiares, quienes también perdieron su casa por el huracán.
La madrugada de ese fatídico lunes quedó grabada en la memoria de Vickiana y sus hijos. “Fue una noche aterradora. Mucha brisa, se caían muchos árboles, se oía el viento y los zinc volando (…) Salí con los niños, todos juntos debajo del agua y de ese viento que casi no nos dejaba movernos. Era algo aterrador, estábamos muy asustados, más con los niños, con el bebé”, relata Vickiana,
“Fue tan fuerte que tuvimos que irnos, no se calmaba la situación. Mi mamá estaba allá debajo de una mesa, y nosotros en el cuarto debajo de la cama”, recuerda Edgar, que tiene 17 años y aún no ha podido regresar a la escuela donde cursa el bachillerato.

Después de la tormenta
La situación de Vickiana y su familia se repite en varias localidades; son muchas las familias que perdieron sus casas por los vientos, la lluvia y la crecida del río durante el paso del huracán Fiona.
UNICEF, en coordinación con las autoridades nacionales y junto a sus aliados, ha llegado al lugar para asistir a las familias, canalizando las necesidades de esta población con las autoridades provinciales y nacionales.
Luisiana Joseph, directora de la Defensa Civil en San Rafael de Yuma, comenzó su intervención durante los días previos al huracán, comunicándose con los hogares en riesgo para que sus integrantes se trasladaran a los albergues habilitados, y así prevenir mayores desastres.
Hoy, la socorrista continúa dando asistencia después de la tormenta, apoyando en la habilitación de las viviendas y repartición de alimentos, medicamentos, vestimenta y artículos de construcción.
“Realmente la situación en nuestra comunidad es terrible, el huracán entró por Boca de Yuma, fuimos muy afectados, muchas personas tuvieron que salir de sus hogares, muchas casas destruidas total y parcialmente. Nuestro trabajo como Defensa Civil es prevenir, fuimos a los hogares antes de la entrada del ciclón, pero siempre las personas son renuentes, porque están apegados a sus bienes, a sus casitas, y entonces se negaban a salir”, sostuvo.
Las acciones que se están realizando actualmente apuntan a devolver la normalidad a las familias: “Estamos trabajando en higienizar las casas, gestionando para que tengan acceso a agua, para que empiecen a recuperarse. También estamos llevando a las personas a los albergues habilitados para que puedan ayudarles de una forma u otra, que puedan volver a la normalidad, y podamos levantarnos de nuevo, esa es nuestra situación en este momento”.
El equipo de UNICEF se suma a los esfuerzos nacionales para apoyar a las familias afectadas y brindar acceso a agua segura, así como atención nutricional a las poblaciones más vulnerables.
Esto incluye la distribución de 700 kits de higiene, más de mil bidones de plástico con agua potable, y la entrega de 100 tanques de agua para su instalación en centros comunitarios, como sistemas provisionales de abastecimiento.
Se brindará atención para tratamiento y detección temprana de la desnutrición en niños y niñas, menores de cinco años, mujeres embarazadas y lactantes. También se brindará apoyo para superar el trauma: “Vamos a trabajar todo lo que es la recuperación psico afectiva, psico emocional, y prevención de abuso y violencia”, agregó Magdalena Martínez, quien apoya la respuesta en Emergencias por parte de UNICEF.
Para contribuir a la continuidad de la educación de los niños y niñas, incluso en situaciones de emergencia, “estamos dando apoyo para que se recuperen todos los útiles e insumos que, como han podido ver, muchos niños y niñas han perdido en este momento”, concluyó Martínez.