América Latina y el Caribe es la tercera región con mayor crecimiento urbano (después de Asia y África). Su crecimiento urbano no planificado ha generado la proliferación de asentamientos informales que exponen a los niños, niñas, adolescentes y sus familias a situaciones de discriminación, exclusión, acceso limitado a servicios públicos e infraestructura, riegos asociados con la violencia, entre otras barreras que vulneran y disminuyen las posibilidades de un desarrollo integral.
Actualmente, 165 millones de niños, niñas y adolescentes viven en zonas urbanas, de los cuales más de 40 millones viven en condiciones de precariedad habitacional, tales como: hacinamiento, privaciones de saneamiento y bajo acceso a servicios básicos. Esto incide directamente en la segregación de la población en donde aquellos niños, niñas y adolescentes que viven bajo esta condición se ven directamente afectados en indicadores como salud y educación.
Es por esto que desde UNICEF buscamos desarrollar un enfoque territorial de desarrollo sostenible a través del fortalecimiento de los servicios de los gobiernos locales para la niñez, para que se garantice que sus presupuestos sean equitativos y que la asignación de fondos sea en beneficio de los niños, niñas y adolescentes más vulnerables.