Protección infantil

Todos los niños y niñas tienen derecho a vivir libre de violencia, explotación y abuso

Un bebé duerme en el regazo de su madre
UNICEF/UNI418342/Abdulazeem Mohamed

En todo el mundo, los niños sufren formas insidiosas de violencia, explotación y abuso.

La violencia contra los niños no conoce fronteras. Se da en cada país y en los lugares donde los niños deberían estar más protegidos: sus hogares, sus escuelas e internet. Puede ser física, emocional o sexual y, en la mayoría de los casos, los niños sufren la violencia a manos de las personas en las que confían.

Los niños de los entornos humanitarios son especialmente vulnerables. Durante el conflicto armado, los desastres naturales y otras emergencias, muchos niños se ven obligados a abandonar sus hogares, y en ocasiones son separados a la fuerza de sus familias y se exponen a la explotación y el abuso por el camino. Muchos niños resultan heridos o mueren a causa de las armas explosivas del conflicto, y a otros los reclutan en grupos armados. Además, la amenaza de la violencia por razón de género afecta con más crudeza a las mujeres y las niñas.

Las prácticas culturales nocivas también plantean un grave peligro para las niñas y los niños de todo el mundo. Cientos de millones de niñas se han visto sometidas al matrimonio infantil y la mutilación genital femenina a pesar de que ambas prácticas son reconocidas internacionalmente como violaciones de los derechos humanos.

Sea cual sea su historia o sus circunstancias, todos los niños tienen derecho a estar protegidos de la violencia, la explotación y el abuso. Los sistemas de protección de la infancia ayudan a los niños a acceder a servicios sociales esenciales y a sistemas de justicia imparciales desde que nacen. Estos servicios llegan hasta los niños más vulnerables, como los niños con discapacidad; las niñas y los niños que reciben cuidados alternativos; los desplazados por el conflicto, la pobreza o los desastres; así como los que tienen probabilidades de convertirse en víctimas del trabajo infantil o la trata, o de ser reclutados por grupos armados. Los sistemas de protección de la infancia dan prioridad a las necesidades físicas, mentales y psicosociales de los niños con el fin de salvaguardar sus vidas y sus futuros.

La respuesta de UNICEF

UNICEF

UNICEF trabaja en más de 150 países para proteger a los niños de la violencia, la explotación y el abuso. Trabajamos con los gobiernos, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades para evitar cualquier forma de violencia contra los niños y dar apoyo a los supervivientes a través de servicios psicosociales y de salud mental, entre otros. Nuestros esfuerzos están dirigidos a fortalecer los sistemas de protección de la infancia y ayudar a los niños a acceder a servicios sociales esenciales, desde que nacen y durante toda la adolescencia.

En el contexto de las crisis humanitarias, proporcionamos liderazgo y coordinación a todos los actores que participan en las labores de respuesta. Nuestros programas se centran en proteger a los niños de los restos explosivos de guerra; reunir a los niños con sus familias cuando se les ha separado de ellas; liberar y reintegrar a los niños asociados a grupos armados; prevenir y abordar la violencia por razón de género; y proteger a los niños de la explotación sexual y el abuso.

Además, trabajamos con los aliados de las Naciones Unidas para supervisar y denunciar las graves violaciones de los derechos de los niños que se producen durante los conflictos armados.

Asimismo, trabajamos con las comunidades con el objeto de acelerar la eliminación de prácticas perjudiciales como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.

Junto a los gobiernos, fortalecemos los sistemas de registro civil y ayudamos a mejorar el acceso de los niños a sistemas de justicia que tengan en cuenta no solo a los propios niños, sino también las cuestiones de género. Además, brindamos apoyo a los gobiernos a través de marcos de políticas, leyes y normas que fortalecen al personal de servicios sociales.

En todo lo que hacemos, escuchamos a los jóvenes y a sus familias para garantizar que sus necesidades sirvan de guía a nuestros programas y nuestras tareas de promoción. Nuestras iniciativas ofrecen apoyo a los progenitores y a los cuidadores, y construyen alianzas a nivel local y mundial a fin de potenciar conocimientos, aumentar la concienciación e impulsar la toma de medidas.