Tres meses después del huracán Matthew: La vida de los niños de Haití
Cuando el huracán Matthew asoló Haití a principios de octubre de 2016, aplastó barrios enteros y destruyó el sustento de grandes segmentos de la población
PUERTO PRÍNCIPE, Haití, 9 de enero de 2017 – Hace unos tres meses, el huracán Matthew golpeó Haití, alterando las vidas de más de dos millones de personas. Además de las pérdidas personales en viviendas y cultivos, más de 716 escuelas, numerosos centros de salud y la infraestructura de saneamiento existente sufrieron daños. Hoy, 1,4 millones de personas en Haití, incluyendo 600.000 niños, necesitan ayuda humanitaria.
UNICEF colabora con el Gobierno y otros asociados para atender las necesidades básicas inmediatas de los niños y las familias, garantizando que esas intervenciones sirvan para sentar las bases de la rehabilitación y la resiliencia.
>> Más información sobre las necesidades humanitarias de los niños en Haití
Educación
Al menos 716 escuelas sufrieron dañaos después del huracán Matthew, según los datos oficiales del Ministerio de Educación. Se calcula que se interrumpió la educación de 490.000 niños. Las escuelas requieren reparaciones urgentes, y los estudiantes y maestros que lo perdieron todo necesitan útiles escolares.
UNICEF está apoyando al Ministerio de Educación en la rehabilitación de 121 escuelas. Las acciones específicas incluyen la coordinación de las actividades de los asociados en la educación, el abastecimiento de mobiliario escolar y, una vez que las escuelas vuelvan a abrirse, la distribución de materiales escolares en una caja, que beneficiarán a más de 20.000 escolares.
Roberline Doré, estudiante de 13 años de cuarto grado, no puede ocultar su alegría por poder volver a la escuela. “Me sentí muy mal porque vi cómo se destruía nuestra casa. Mi familia y yo estábamos empapados por la lluvia. Lo perdí todo, incluyendo mis libros, mis cuadernos y mi bolsa de la escuela. El director de la escuela nos dio algunas maletas para rescatar lo que pudiéramos”, dice.
“Estoy muy feliz de estar de regreso en la escuela; antes estaba triste, viendo a otros niños ir a la escuela cuando nosotros no podíamos. Pasamos muchas semanas sin escuela, ahora estoy muy feliz ¡y puedo ver de nuevo a mis amigos!”
Cólera y enfermedades transmitidas por el agua
En Haití, las enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la diarrea aguda se agravan a raíz de un desastre como el huracán Matthew. Estas enfermedades afectan desproporcionadamente a los niños. La tormenta también causó pérdidas y perturbaciones considerables en unos sistemas de salud pública que ya eran de por sí frágiles.
“Nuestra prioridad ha sido asegurar que los niños y sus familias tengan acceso al agua potable. En la actualidad, 281.000 personas por día, incluyendo más de 118.000 niños, tienen acceso a agua potable como resultado de actividades que reciben apoyo de UNICEF, como la instalación de una planta para el tratamiento del agua en la ciudad de Jérémie y 20 estaciones móviles de agua que sirven a los departamentos afectados”, dice Marc Vincent, Representante de UNICEF en Haití.
Cuando los pacientes ingresan en los centros de tratamiento de diarrea aguda, los equipos de respuesta rápida de UNICEF revisan el registro para saber de qué zona proceden y luego visitan sus hogares e implementan la estrategia del “cordón sanitario” para detener la propagación de la enfermedad. Se distribuyen cubos provistos de un grifo, así como pastillas para desinfectar agua, sales de rehidratación oral y jabón. Estos materiales de saneamiento y salud cubren las necesidades de una familia por un mes.
“La estrategia es asegurar que no sólo la casa de la persona afectada se limpie con agua clorada, sino también los que la rodean, formando un anillo de saneamiento. Después se informa a la gente sobre una serie de prácticas que limitan el riesgo de infectarse”, dice Samuel Beaulieu, especialista de Emergencia y Cólera en la oficina de UNICEF en Haití.
En noviembre de 2016, el Ministerio de Salud realizó una campaña de vacunación contra el cólera, con la asistencia de UNICEF y OPS/OMS, en los departamentos del Sur y Grand’Anse, en la que se vacunó a 807.395 personas, entre ellos más de 309.213 niños de 1 a 14 años.
Desnutrición
Existe la preocupación de que el estado nutricional de los niños de Haití continúe deteriorándose debido a varios factores. La propagación de enfermedades infecciosas, en particular la diarrea causada por la falta de acceso a agua potable, puede aumentar las tasas de desnutrición. La falta de alimentos nutritivos debido a la destrucción de los cultivos (de un 70% a un 100% de los cultivos han quedado destruidos en las zonas afectadas) es otro problema serio, agravado por una importante pérdida de ganado y medios de subsistencia.
UNICEF presta apoyo técnico y financiero a los centros de nutrición para ayudar a detectar y tratar con prontitud la desnutrición aguda, centrándose en las zonas más afectadas por el huracán.
En las zonas donde los centros están inactivos, los asociados de UNICEF, como Médicos del Mundo, prestan servicios esenciales de salud y nutrición a través de clínicas móviles, hasta que se restablecen los servicios habituales de salud.
Estas clínicas móviles permiten al personal médico administrar servicios de primeros auxilios y consultas prenatales, detectar enfermedades y proporcionar vacunas a los niños. El personal también puede identificar casos más complicados y remitirlos a otros centros de atención para su tratamiento adecuado.
Protección infantil
La seguridad de los niños y las familias ha quedado gravemente afectada por el huracán. La inseguridad alimentaria causada por las considerables pérdidas de cultivos continúa agravándose, mientras que las pérdidas económicas dejan a los niños vulnerables a situaciones peligrosas como el trabajo infantil o el sexo transaccional en un esfuerzo por aumentar los ingresos.
La atención familiar es una prioridad de emergencia en este contexto, donde ya 1 de cada 4 niños no vive con sus padres.
En colaboración con el IBESR (Ministerio de Asuntos Sociales), UNICEF está prestando asistencia básica a 4.468 niños mediante materiales de higiene, mantas y alimentos, así como asistencia para encontrar los documentos que se perdieron durante el huracán.
UNICEF también apoya los espacios amigos de la infancia que proporcionan a los niños de 3 a 17 años un ambiente seguro para jugar y ser ellos mismos, a pesar de las difíciles circunstancias.
“Después del huracán Matthew hemos descubierto que muchos niños en los espacios amigos de la infancia han tenido pesadillas o ataques de pánico. Sus traumas se manifiestan en el comportamiento de los niños, en sus dibujos”, dice Laura Gabrici, gestora de protección de la AVSI Foundation, una ONG internacional que trabaja en colaboración con UNICEF. “A menudo, estos niños están muy preocupados por el destino de sus personas queridas, especialmente los padres, y temen que esas personas puedan desaparecer en cualquier momento de sus vidas. Siempre tienen miedo de quedar solos”.
“Me encanta estar con los niños y guiarlos en su camino”, dice Shanam Riche, de 21 años. Se trata de uno de los 60 miembros de la comunidad que se han presentado para ofrecerse como voluntarios en los espacios amigos de la infancia.
Queda mucho por hacer para llegar a todos los niños y familias haitianos que han sufrido los efectos del huracán Matthew. Para el año que viene y años posteriores, UNICEF seguirá tratando de lograr su objetivo de ofrecer una oportunidad justa para todos los niños.
>> Lea el último informe de situación sobre la respuesta de UNICEF al huracán Matthew (en inglés)