Consejos para los profesores sobre el cuidado personal durante la COVID-19
Cómo aliviar la ansiedad y reducir los efectos del estrés en la salud

La enseñanza puede ser a menudo una carrera muy estresante, especialmente en situaciones complicadas como la pandemia de COVID-19. Sin embargo, hay una serie de medidas que es posible tomar para afrontar las presiones derivadas del trabajo y controlar los niveles de estrés.
Como profesor, puedes sentir miedo, nerviosismo o ansiedad al volver a las aulas, especialmente si crees que en tu escuela no se están aplicando totalmente las precauciones contra la COVID-19. Puede que te preocupe cómo proteger tu salud y la de tu familia, que estés agotado por tener que hacer malabarismos con tus obligaciones laborales y familiares, y que tengas que decidir de qué manera puedes ayudar mejor a tus alumnos a recuperar el aprendizaje perdido durante el cierre de la escuela.
A continuación te ofrecemos algunas medidas para ayudar a controlar la ansiedad y reducir las consecuencias que tienen estos factores estresantes sobre tu salud:
Formas de afrontar el estrés
Aunque las personas reaccionan de forma diferente al estrés, podrían sentirse mejor a largo plazo si se dan las siguientes circunstancias:
Se sienten seguras, vinculadas a los demás, tranquilas y esperanzadas
Reciben apoyo social, físico y emocional
Recuperan la sensación de control cuando son capaces de ayudarse a sí mismas
Si reconoces las señales de estrés y la forma en que influyen en los diferentes aspectos de tu bienestar, puedes poner en práctica algunas estrategias sencillas para fortalecer tu salud mental y bienestar. Entre ellas cabe destacar lo siguiente: rodearse de personas que te apoyen; pedir ayuda a la dirección de la escuela o a un profesional; realizar más actividades físicas; aprender cosas nuevas; y recordar las cosas sencillas que te ponen de buen humor.
¿Qué es el cuidado personal?
La Organización Mundial de la Salud define el cuidado personal como “la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir la enfermedad, mantener la salud y hacer frente a la enfermedad y la discapacidad con o sin el apoyo de un proveedor de atención sanitaria”.
El cuidado personal es cualquier actividad que realizamos intencionadamente para ocuparnos de nuestra salud mental, emocional y física. Aunque es un concepto sencillo, solemos pasarlo por alto con frecuencia. Un buen cuidado personal resulta fundamental para mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad. Una actividad relacionada con el cuidado personal puede ser tan sencilla como reservar tiempo para disfrutar de una taza de té, escuchar nuestra música favorita o salir a dar un paseo. Piensa en algunas actividades sencillas que te devuelvan la energía. Identifica y pon en práctica cualquier forma de cuidado personal que te sirva de ayuda.
El cuidado personal se debe planificar de forma activa: no es algo que simplemente aparece de la nada. Incorpora determinadas actividades en tu calendario, anuncia tus planes a otras personas para afianzar tu compromiso y busca activamente oportunidades para practicar el cuidado personal. Intenta incorporar actividades de cuidado personal en tu jornada laboral con el apoyo de la dirección del centro o de tus colegas.
El cuidado personal es un factor clave para prevenir el agotamiento.
¿Qué es el agotamiento?
Una de las consecuencias negativas del estrés acumulado es el agotamiento. El agotamiento es un estado de cansancio físico, emocional y mental que se deriva de la exposición prolongada a factores estresantes en el trabajo o a situaciones laborales que son emocionalmente exigentes. Se trata de un agotamiento emocional que puede dar lugar a que la persona llegue a poner en duda su realización personal.
El agotamiento incluye muchos síntomas que pueden ser tanto físicos como emocionales, como por ejemplo:
Sentirse cansado la mayor parte del tiempo
Tener dificultades para dormir o dormir demasiado
Notar una reducción del rendimiento
Tener problemas de concentración y memoria
Sentirse incapaz para tomar decisiones
Sufrir tensión muscular
Enfermarse más a menudo, tener dolores de cabeza frecuente o malestar estomacal
Sentir inquietud
Perder el sentimiento de empatía
Si reconoces alguno de estos síntomas, o si ves que un colega o un amigo presenta alguno de estos síntomas, podría ser una señal de que se está al borde del agotamiento o de la saturación. Es una señal de que ha llegado el momento de hacer una pausa, buscar el apoyo de los compañeros, los seres queridos y la dirección del centro, y enfocarse en el cuidado personal. Si te parece que necesitas más apoyo, no dudes en acudir a un profesional que te ayude a dar prioridad al cuidado personal y a explorar cómo gestionar el estrés.
Dar prioridad al cuidado personal es una necesidad, no un lujo.
Reservar tiempo para el cuidado personal como profesores
Hay demasiadas personas que trabajan hasta que no pueden más o que no consideran importante el descanso y el sueño. Hay que considerar el descanso como un instrumento esencial para mantener el bienestar.
Descansar puede ser tan sencillo como apagar las luces del aula durante unos minutos después de que los alumnos se hayan ido. O intentar limitar el tiempo que se pasa en Internet y en las redes sociales. Muchas personas dedican demasiado tiempo a consultar sus teléfonos a lo largo del día; quizá podrías emplear esos momentos para disfrutar del silencio y la quietud, o para salir al aire libre solo o con un compañero. Pasar menos tiempo consultando los dispositivos y el correo electrónico puede suponer un cambio en tu nivel de energía y en tu capacidad de concentración.
Piensa en aquellas actividades que puedes dejar de hacer para dedicar tiempo a tu cuidado personal. Aquí es donde decir “no” se convierte en algo fundamental y es importante realizar una evaluación de la carga de trabajo. Tal vez tus actividades laborales o escolares te resulten abrumadoras o difíciles de gestionar, y debas planteárselo a la dirección del centro, a la familia o a los compañeros. ¿Tienes alguna forma de decir que no a ciertas actividades? ¿Puedes establecer o reforzar algunos límites en el trabajo o en casa?
Procura que el cuidado personal forme parte de tu rutina diaria. Por ejemplo, en cuanto tus alumnos salgan del aula al final del día, tómate 60 segundos para respirar profundamente a fin de despejar la cabeza y adquirir energía para el resto de las actividades del día.
Puede que al principio resulte difícil establecer estos nuevos hábitos, por lo que es esencial que consideres prioritarias tus actividades de cuidado personal si quieres que se conviertan en una parte habitual de tu vida.
Come bien, duerme lo suficiente y haz ejercicio con regularidad.
Realiza cada día una actividad que te guste o te resulte significativa.
Tóamte un tiempo del día para hablar con un amigo o un familiar y preguntarle cómo se siente.
Habla con tus colegas sobre los sentimientos que te produce dar clases durante la pandemia y averigua si pueden encontrar formas de apoyar el bienestar de todos.
Establece una rutina para el hogar y para la escuela en la medida de lo posible.
Evita el uso excesivo de sustancias que cambien temporalmente tu estado de ánimo o tu nivel de energía (como la cafeína, el alcohol o la nicotina).
Al final del día, haz una lista de las cosas positivas que han ocurrido durante esa jornada.
Recuérdate diariamente que debes dejar de lado todas las cosas que están fuera de su control.
Tómate descansos regulares a lo largo del día.
Limita el tiempo que dedicas a seguir las noticias sobre la COVID-19 a no más de 30 minutos al día. Asegúrate de recurrir a fuentes de confianza, como la Organización Mundial de la Salud y UNICEF.
Ya sea disfrutar de una taza de té, escuchar tu música favorita o salir a pasear, debes preparar tu propia lista de actividades para el cuidado personal.
No siempre resulta fácil establecer actividades para el cuidado personal. Sin embargo, es importante escuchar al cuerpo y comprender que dedicar tiempo a cuidarse y ocuparse de uno mismo no es un acto egoísta. Dar prioridad al cuidado personal es una necesidad, no un lujo. Para dar prioridad al cuidado personal es preciso contar con el apoyo y la comprensión de los amigos, los familiares, los compañeros y la dirección de la escuela. También es posible recibir apoyo profesional.
Cuando hay muchas obligaciones que ocupan nuestro tiempo, una salida fácil es sacrificar la necesidad de cuidarse a uno mismo, pero solamente cuando uno está en su mejor momento puede ayudar mejor a los que le rodean, incluidos sus alumnos.
Esperanza y bienestar
Es importante que te recuerdes a tí mismo y a tus alumnos que se pueden controlar diferentes aspectos de la vida y que es posible cambiar las circunstancias. Cuando uno pasa por tiempos difíciles, puede que no resulte fácil tener la esperanza de que las circunstancias vayan a mejorar. Cuando tenemos esperanza podemos centrarnos en el cambio, mirar hacia el futuro y buscar activamente soluciones a las dificultades a las que nos enfrentamos.
Es importante recordar que no estás solo y que los demás pueden desempeñar un papel importante para ayudarte a practicar el cuidado personal. Pon atención a los signos de estrés y agotamiento tanto en ti como en los que te rodean, y da prioridad a tu bienestar y a tus necesidades de cuidado personal. Para ayudar a mantener las estrategias de cuidado personal, busca el apoyo de otras personas, como los amigos, la familia, los colegas o los profesionales.