Cómo reducir el estrés de los estudiantes y promover su bienestar durante la COVID-19
Actividades para ayudar a los profesores a cuidar la salud mental de sus alumnos

Los cierres de escuelas y el confinamiento impuesto como consecuencia de la COVID-19 han tenido un coste considerable para la salud, el bienestar y el aprendizaje de los niños.
Aunque todo el mundo se ha visto afectado por la pandemia, estas medidas expusieron a los niños y adolescentes a la violencia, el abuso y el abandono en sus hogares.
Para otros, el aumento del tiempo que pasan en línea y, sobre todo para los más pequeños, la falta de supervisión, ha aumentado el riesgo de que sufran casos de ciberacoso, exposición a contenidos nocivos y explotación o abuso sexual en línea.
Con la reapertura de las escuelas, es probable que tú, como profesor, seas el primer adulto de confianza con el que estos niños tienen contacto fuera de su hogar desde que comenzaron las medidas de contención de la COVID-19. Así que si algo va mal, puedes ser la primera persona en darte cuenta.
He aquí algunos consejos que te ayudarán a crear un entorno de aprendizaje seguro y atento, y a velar por el bienestar de tus alumnos.
¿Lo sabías? En momentos de estrés y crisis, los niños observan los comportamientos y reacciones de los adultos para aprender a gestionar sus propias emociones.

Hacer un balance de las emociones
La vuelta a la escuela puede ser un reto emocional y tener un impacto considerable en los niños.
Comprueba periódicamente las emociones de tus alumnos. Comprobarlo significa preguntarles cómo les va, ya sea directa o indirectamente. La pregunta puede formularse de la siguiente manera: “¿De qué color te sientes hoy? Pide a los niños que expresen su estado de ánimo actual utilizando los colores que simbolizan la felicidad, la tristeza, la ira, etc., y propónles que lo compartan con el resto de la clase. También puedes pedirles que se expresen pintando o dibujando. Anímalos a que hablen de su dibujo, de lo que han querido representar o que expliquen por qué han utilizado un color determinado.
Reconocer los síntomas del estrés
Cada niño reacciona de forma diferente ante las dificultades. Nuestra cultura también influye en la forma de expresar nuestras emociones. En algunas culturas, por ejemplo, no está permitido expresar emociones y llorar en público, mientras que en otras sí. Dependiendo del contexto cultural en el que te encuentres, pon atención a las señales de alarma que pueden indicar que uno alumno se siente infeliz.
He aquí una lista de reacciones comunes al estrés en niños de todas las edades:
Fatiga
Cambios en los patrones de alimentación o de sueño
Sensación de opresión en el pecho
Dificultad para respirar
Boca seca
Debilidad muscular
Dolor de estómago
Mareos
Temblores
Dolores de cabeza
Dolores genéricos
Retraimiento
Dificultad de concentración
Irritabilidad
Desorientación
Temores exacerbados
Como estos síntomas también pueden ser un signo de una enfermedad física, se recomienda consultar a un médico para descartar cualquier causa relacionada con la salud física.
Actividades para reducir el estrés de los estudiantes y promover su bienestar
Estas actividades pretenden reducir el estrés de los alumnos, ayudarles a sentirse mejor y ofrecerles un mecanismo para gestionar positivamente sus emociones. Ten en cuenta que también pueden ser beneficiosas para los adultos, así que no dudes a la hora de realizarlas todos juntos.
Respiración abdominal
A menudo, cuando estamos estresados, nuestra respiración se vuelve superficial y tiene lugar en la parte superior de la caja torácica en lugar del vientre o el abdomen, mientras que la respiración abdominal tiene un efecto calmante y nos ayuda a oxigenar los pulmones.
Instrucciones para los estudiantes:
Coloca tu mano en el estómago.
Inhala profundamente por la nariz durante 5 segundos y exhala profundamente por la boca durante 5 segundos; repite esto 5 veces.
Con los niños, se puede utilizar la imagen de un globo: cuando inhalan, inflan su vientre como un globo, y cuando exhalan, el globo se desinfla lentamente.
Mi refugio
A veces podemos sentirnos abrumados por el mundo que nos rodea. Tomarse unos momentos para imaginarse en un lugar tranquilo puede ayudar a reducir el estrés. Aquí encontrarás una actividad que ayudará a tus alumnos a visualizar dicho refugio.
Instrucciones para los estudiantes:
Siéntate o túmbate en una posición cómoda, cierra los ojos y relájate.
Inhala profundamente por la nariz, expandiendo el vientre. Exhala por la boca.
Continúa respirando lenta y suavemente, inhalando y exhalando por un buen rato.
Escucha la siguiente historia y déjate guiar por las palabras:
“Imagina que estás en una playa de arena blanca. Todavía es temprano y todo está tranquilo. El sol está saliendo lentamente, y puedes sentir el calor de los rayos en tu cara y en tu cuerpo. Sientes alegría y tranquilidad. Bajo tus pies descalzos la arena es suave y cálida. Una ligera brisa acaricia tu cara. El cielo es azul y claro, y los pájaros vuelan y cantan por encima tuyo. Es un lugar seguro, un lugar donde puedes relajarte. Es un lugar al que siempre puedes volver, porque siempre estará ahí en tu corazón. Puedes ir allí cuando quieras. Ahora, muy lentamente, empieza a prestar atención a tu respiración de nuevo, al suave ritmo de tus inhalaciones y exhalaciones. Siente el aire en tu piel. Comienza a mover muy suavemente los dedos de las manos y de los pies. Respira profundamente y estírate. Exhala profundamente. Cuando quieras, abre los ojos.”
Escritura de cartas
Muchos de tus alumnos han debido echar de menos a algunos de sus amigos o familiares durante la pandemia. Proponerles que escriban una carta puede ayudarles a reconectar y compartir cosas con un ser querido, incluso a la distancia.
Instrucciones para los estudiantes:
Pídeles que escriban una carta o hagan un dibujo para alguien a quien no han visto en mucho tiempo.
¿Qué querrías decirle a esta persona si estuviera aquí contigo?
¿Qué te gusta o aprecias de ellos?
¿Qué te hace sonreír cuando piensas en ellos?