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Mini historias
Este año, con motivo de nuestro 70º aniversario de trabajo en favor de los niños, UNICEF ha invitado a escritores de todo el mundo a escribir una historia breve sobre el tema: “Mis deseos para cada niño”. Más de 200 autores han respondido a nuestra petición y han dado forma a su visión de un mundo en el que todo los niños gocen del derecho a sobrevivir y salir adelante, de aprender y de crecer sanos y a salvo del peligro.
Esta es una selección de esas breves pero poderosas historias de coraje, rabia, amor y, lo más importante de todo, esperanza para cada niño.
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A veces mi pensamiento viaja más rápido que esos aviones que nos lanzan bombas. Hay zumbidos en mi cabeza y “PUUUM” explota una idea. Entonces me reprendés: “Estás en la luuuna”. Pero no, mamá, no estoy en la luna. Estoy en la Tierra y necesito que me escuchen los grandes. Tengo que decirles, mamá, lo que quiero para cada niño, antes de que sea muy tarde.
Ayer nomás, le dieron a nuestra casa. A cambio me regalaron un yeso y una paleta.
Tal vez cuando despierte en el hospital logre recordar lo que quiero para cada niño, porque ahora estoy soñando y vos también, mamá… pero vos no te vas a despertar.
Mónica Laneri es una periodista y escritora paraguaya. Ha publicado cinco libros de poemas. El último se titula “Razón psiquiátrica”. Mónica aparece mencionada en algunas antologías como representante de la Generación de los poetas de Paraguay de los años 90.
Deseo que ningún niño se sienta abandonado– Ni de juego.
Su cámara Kodak hacía fotos en blanco y negro a la niña
que montaba velocípedo; reíamos las dos. Entonces mi
madre desapareció entre los árboles; la llamé en un grito,
en un solo llanto, perdida. Volvió divertidamente, todo
había sido un juego. Ya anciana, se me reproduce el
pánico de aquel desamparo cuando veo a los niños de las
guerras. Millones de fotos de huérfanos, solos, a todo color.
Ivette Vian (1944) es narradora, poetisa, periodista y guionista de televisión. Nacida en Santiago de Cuba, es autora galardonada de varios libros infantiles y creadora del popular programa de televisión para niños “La sombrilla amarilla”.
Para cada niño el derecho a elegir
El papá quería un rottweiller: es un perro que intimida y protege la casa. La mamá adoraba tener un poodle: soñaba con peinarlo y colocarle un adorno en el flequillo de la cabeza. Cuando él llegó de la escuela con la cachorro callejero, los ojos legañosos y minado de pulgas, sus padres se horrorizaron: ese no era el perro que ellos querían. Pero cuando se hablaba de traer un perro a la casa, siempre se decía que era para él. Y si era para él, ¿por qué él no podía escoger el perro que le gustaba? Aquel era el que él quería: le gustaba porque el cachorro lo necesitaba y, por alguna razón que aún no conocía, él necesitaba ese cachorro sin suerte, al que él le podría cambiar la suerte. Era su elección. Su libre elección. La primera condición para que, cuando creciera, él pudiera ser un hombre libre.
Leonardo Padura (1955) es uno de los autores de Cuba más conocidos en la actualidad. Ha escrito guiones cinematográficos, dos libros de cuentos y una serie de novelas de detectives traducidas a 10 lenguas, según el último cálculo. Sus ensayos políticos sirven de material didáctico en cursos universitarios de todo el mundo.
“Lo que yo quiero para cada niño es: que tenga agua potable”
Mariela vivía con sus papás en la selva amazónica, junto al río.
A veces llovía durante meses, y el río se hacía más y más grande.
A veces el río era como un dragón furioso, que devoraba todo.
Pero su agua no se podía beber: llevaba barro, hierro y mercurio.
Una noche, Mariela soñó que ella misma se convertía en agua.
Y el Sol la llevaba al cielo en forma de nube, y la devolvía en forma de lluvia.
Abajo, sus amigos la esperaban con la boca abierta: "¡Gracias, Mariela, nos moríamos de sed!"
Santiago Roncagliolo. Nacido en Lima en 1975, recibió el Premio Alfaguara 2006 por “Abril rojo”. Ha vivido en México, Perú y España, y ha trabajado como guionista de televisión y periodista.
Nada cura mejor la tristeza que la felicidad de un niño.
Por eso quiero que les dejemos un planeta donde puedan aprender jugando
a ser hombres y mujeres de bien,
protegidos por el amor de sus padres y de toda la sociedad.
Por eso quiero que hereden un mundo con los colores de la vida:
con mares y aires limpios, con bosques en todo su esplendor,
un mundo que sea todo él un jardín para la infancia.
Cristian David López nació en Lambaré (Paraguay) el año 1987. Ha sido coeditor y traductor de Cantos guaraníes/Guarani purahéi, editor de las Reflexiones y epifonemas de Rafael Barrett. En 2014 fue galardonado con el I Premio Jovellanos de Poesía, y su novela La patria del hombre recibió el Premio Asturias Joven. Su libro de poemas Permiso de residencia apareció en el 2015.
Qué quiero para cada niña
Soy una de las pocas que tuvo la habitación propia desde la infancia, pero sé que esa habitación propia no debe ser un castillo de impenetrable privilegio. Para cada niña en Centroamérica quiero lo mismo que tuve cuando fui niña, y aún más: que pensar, escribir, disentir, actuar no sea un privilegio, sea libertad. Cada día, son violadas entre 8 y 22 niñas en Centroamérica. No hay para ellas ilusión, no hay tampoco justicia. Quiero que ser niña, biológica o transgénero, sea cada día menos difícil, quiero que cada niña pueda pensarse a sí misma como una niña, simplemente.
Elena Salamanca 1982. Escritora e historiadora. Ha publicado los libros “Último viernes” (El Salvador, 2008), “Landsmoder“(El Salvador, 2012) y “Peces en la boca” (México, 20, y El Salvador, 2011). En 2009, fue becada para escribir una novela en el programa de Estancias Artísticas para Creadores de Iberoamérica y Haití del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes de México y AECID. En 2004, fue finalista del Premio Alfaguara de Novela El Salvador. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán y sueco.
Importante: todos los autores publican sus historias directamente, de manera que UNICEF no las puede preseleccionar ni filtrar.
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