har_2009_header_sp
Languages
English
Français
عربي

ESARO MALAWI: REPORTAJE

© UNICEF Malawi/2008

Ennifer Dzimuzani, de 15 años, asiste a la escuela primaria Mfera, que recibe apoyo de UNICEF. La niña quiere ser doctora. Su nueva escuela acaba de ser construida en el Valle del Shire, una zona proclive a las inundaciones y a la sequía, y uno de los distritos más pobres del país.

EL LÍMITE ES EL CIELO: LOS SUEÑOS DE UNA JOVEN DE MALAWI

La gran ambición de Ennifer Dzimuzani, una niña de 15 años de edad, es llegar a ser doctora en medicina. Esa sería la concreción de un sueño cada vez más intenso de Ennifer, que vive en las polvorientas llanuras del Valle del Shire, en Malawi meridional.

Para hacer realidad esas ambiciones, la niña deberá superar obstáculos increíbles. En su familia nadie ha estudiado más allá de la enseñanza secundaria, y sus padres son campesinos que ganan apenas lo suficiente para mantener a Ennifer y otros dos hijos. Afortunadamente, el costo de la matrícula escolar es muy reducido, ya que el Gobierno eliminó las tarifas escolares primarias en 1994. Sin embargo, Ennifer necesitará fondos para cursar estudios secundarios.

Ennifer proviene de Chikwawa, una localidad que parece sufrir una crisis humanitaria tras otra. Chikwawa ocupa los terrenos más bajos del Valle del Shire, castigados con frecuencia por las inundaciones y la sequía. Se trata de uno de los distritos más pobres del país, afectado por una tasa muy elevada de emaciación infantil, una forma de desnutrición aguda que se caracteriza por provocar una delgadez extrema. Asimismo, la región tiene las tasas más bajas de matriculación y asistencia escolar y de terminación del ciclo de enseñanza.

Ennifer asiste a la escuela primaria Mfera, que funciona  en la periferia del distrito. En enero de 2007, las intensas lluvias provocaron violentas inundaciones en diversos puntos del distrito debido a que los ríos Mwanza, Madziabango y Mikalango se salieron de cauce. El desastre afectó a más de 20.000 viviendas y destruyó sembrados, ganado y propiedades. La escuela de Ennifer también sufrió los embates de las aguas. Las aulas del establecimiento, que databa de 1925, mucho antes del nacimiento de Malawi como nación, resistieron relativamente bien la inundación, pero los retretes, construidos con ramas y techos de paja, desaparecieron bajo las aguas. Desde entonces, los alumnos y alumnas han hecho sus necesidades en el monte circundante, lo que pone en grave peligro a las niñas.

En la escuela de Mfera se combina lo antiguo con lo nuevo. Junto a las viejas y decrépitas aulas se levantan dos flamantes pabellones construidos recientemente por el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido y UNICEF como parte de la iniciativa Escuelas para África.

"En las aulas antiguas, cuando llovía nos mojábamos", explica Ennifer. "Nos sentábamos sobre el piso mojado, temblando de frío. Resultaba muy difícil aprender en esas circunstancias, y algunos alumnos y alumnas dejaron de ir a la escuela". Las nuevas aulas son espaciosas, están bien ventiladas y tienen pupitres. Los pisos son de cemento, las sólidas paredes de ladrillo y el techo de chapas metálicas. Esas aulas resistirán mucho mejor las próximas inundaciones. Estas nuevas estructuras son muy diferentes a las aulas de paredes de adobe y techos de paja en las que aún asisten a clases algunos alumnos. "El ausentismo ha disminuido", dice Moses Mangwaya, director docente de la escuela. "Hasta han regresado algunos niños que habían dejado de asistir a clases, especialmente las niñas".

Tras las inundaciones de 2006-2007 se produjo una sequía durante la época de siembra de 2007-2008. Se estima que la crisis alimentaria de la región empeorará entre octubre de 2008 y marzo de 2009, durante la peor parte de la época de hambre. El Comité de Evaluación de la Vulnerabilidad de Malawi pronostica que unos 26.000 pobladores de Chikwawa requerirán ayuda alimentaria. Esa grave situación se complicará aún más debido a los brotes periódicos de cólera que tienden a castigar con mayor intensidad a Chikwawa y al vecino distrito de Nsanje.

UNICEF ha suministrado agua potable a la escuela de Mfera y a otros establecimientos de enseñanza del distrito, en los que también está construyendo letrinas. Con posterioridad a las inundaciones, en Chikwawa se cavaron 20 pozos de sondeo, se rehabilitaron otros 30 y se realizaron mejoras a los sistemas de suministro de agua entubados de diversas escuelas y aldeas. También se distribuyeron bolsas de cloro en las escuelas y se intensificaron las campañas de educación sobre la higiene para prevenir los brotes de cólera. Mediante esas actividades se garantizó que los estudiantes como Ennifer pudieran seguir asistiendo a clases de manera ininterrumpida. La niña se prepara ahora para los exámenes finales de escuela primaria que se llevará a cabo a fin de año. Si obtiene buenas calificaciones, será aceptada en la Escuela Secundaria de Chikwawa, localizada 10 kilómetros de su aldea.

"Quiero ser doctora porque admiro a la Hermana Thoko, una médica del Hospital de Mfera", dice Ennifer. "Quiero lograr lo que consiguió ella".