Informe de acción humanitaria 2007 – Página principal

HAITÍ

Devolver a los niños a la escuela, una de las principales prioridades de UNICEF en Haití

Madiana está recuperando su derecho a la educación, pero muchos otros niños de Haití siguen esperando. En el Ecole Nationale Isidore Boisrond (Escuela Nacional Isidore Boisrond), las niñas con sus uniformes azules están disfrutando otra vez de la oportunidad de aprender, jugar, charlar y reír risueñamente. “Realmente me siento muy feliz de estar en la escuela y de no escuchar ningún disparo en los alrededores,” comenta Madiana de 15 años.

“El año pasado, perdí los exámenes y tuve que quedarme en el mismo curso un año más,” continua diciendo con expresión sombría. “Nadie se atrevía a caminar hasta la escuela. Era muy peligroso. En una familia que conozco, hombres armados entraron en su casa. Mataron al padre, mataron a la madre, mataron a los tres hijos y prendieron fuego a la casa. Yo lo vi.”

En los dos últimos años, el tipo de violencia que Madiana describe ha aumentado significativamente en Bel Air, una de las áreas más empobrecidas de la capital de Haití. Los secuestros y los asesinatos han sembrado el pánico entre la población local. Los niños han sido secuestrados de camino a la escuela. Casas y escuelas han sido incendiadas. Las mujeres han visto cómo bandas, hombres armados y el malestar social general acababan con sus negocios en la calle. Muchas familias se han trasladado a otras áreas o al campo para escapar de las bandas armadas.

Los estudiantes y los profesores de Bel Air recuerdan vívidamente lo que han soportado. “En abril de 2005, los estudiantes estaban ocupados en sus clases cuando un tiroteo estalló en el barrio, acercándose cada vez más a la escuela, y de repente las balas empezaron a caer dentro del complejo,” recuerda Bernadette Jean Joseph, la Directora del École Nationale Isidore Boisrond. Mientras habla señala un agujero de bala en uno de los muros de la escuela justo encima de la entrada.

“Estábamos en clase de gramática cuando empezaron los disparos. Todos nos escondimos debajo de los bancos. Yo estaba temblando; estaba demasiado asustado para llorar. Las lágrimas corrían por las mejillas de mi amiga, haciendo un charco en el suelo cerca de mi cara”, cuenta Carmen de 11 años.

“Me sentí tan indefensa aquel día porque no sólo mi propia vida estaba en juego sino también la de 200 niñas” añade la Sra. Jean Joseph.

La violencia y la inseguridad todavía reinan en Bel Air, Cité Soleil, Martissant y otros suburbios pobres y en decadencia de Puerto Príncipe, y no todos los niños han vuelto a la escuela. “Solíamos tener más de 500 niños en nuestra escuela antes de la crisis de 2003. Ahora, el número de niños matriculados está un poco por encima de la mitad de entonces, y muchos de los que están matriculados no se quedan el curso entero porque sus padres no pueden permitirse el pago para el año completo,” cuenta la Directora de la Escuela Primaria Sœur Marie-Christine, la Hermana Erna.

Devolver a los niños a la escuela es una de las principales prioridades de UNICEF en Haití. Las 80 escuelas de Bel Air y las 152 de Cité Soleil han recibido materiales básicos al igual que todos los niños (unos 50.000) de esas escuelas. Los materiales más necesarios ayudarán a las escuelas a proporcionar a los niños y a las familias una sensación de normalidad. Pero cientos de miles de niños más están esperando volver a la escuela en diferentes áreas de Haití donde la extrema pobreza, la crisis política y la inseguridad han privado por años a los niños de su derecho a la educación, a la salud, a la protección y a otros servicios sociales básicos. Durante el año escolar 2006-2007, UNICEF ayudará a otros 40.000 niños a volver a la escuela.  

 

© UNICEF Haiti/2006

Madiana, 15, in blue uniform, happy to be at school once again in a newly equipped classroom.